Hoy mientras me tragaba una porción de pizza … mi suegra me pregunto algo en lo que yo no había pensado nunca: como me imaginaba de adulta cuando era chica. Honestamente, nunca lo pensé. Nunca pensé tener 31 años y estar casada (felizmente) por segunda vez; nunca pensé vivir en los Estados Unidos y sobretodo, quedarme; aprender otro idioma y hablarlo (no perfecto); aprender a hacer tortas (de las lindas, decoradas y todo) y disfrutarlo.
También me pregunto que esperaba para mi futuro. Hoy día (aunque suene pedante) creo que mi meta, es ser una buena madre. Para ser feliz en esta vida, uno tiene que ser feliz con uno mismo. Y yo soy feliz conmigo misma. Honestamente, estar donde estoy hoy, se lo debo a muchas personas, de una manera u otra, ayudaron a que yo siguiera creciendo, siguiera adelante. La vida me puso un par de piedras en el camino que hicieron un poco más lento mi viaje; un par de tragos amargos que me hicieron olvidar en un momento de los dulces detalles; gente indeseada, hipócrita, envidiosa y patética, que me hizo pensar en la clase de gente que no quiero ser.
De los errores que cometí, aprendí también. Uno de esos errores me trajo hasta acá y me dio lo que había estado buscando. Así que algunos errores, valieron la pena y mas también. Todo esto y más, hicieron la persona que soy hoy día.
Pienso y no pienso en el futuro … enterré el pasado y vivo el presente de la mejor manera posible. Hoy tengo esto: mi presente … y la verdad, no se ve nada mal.
Yo
