Seria repetitivo que dijera que no
duermo desde el martes.
Es muy difícil de explicar lo que uno
siente cuando un se ve un partido de fútbol y más cuando vivís en un país que
no entienden el juego en sí.
He sido futbolera desde la cuna y ver a
esta selección en la final siendo adulta, me llena enormemente orgulloso
Tenía 7 años cuando El Diego levantó la
copa en México 86 … es increíble como la memoria funciona, era muy chica y
tengo tan presentes los recuerdos, los detalles de ese día. Todavía seguíamos
con las heridas de una guerra absurda y el partido contra los Ingleses fue como
una revancha. Llego Bélgica… y ganamos… y llego Alemania… y ganamos. Recuerdo
que terminó el partido la gente salió a la calle. Pero hay una imagen que va a
vivir en mí hasta que muera: Mi mama, mi gorda parada con una bandera enorme en
la esquina de Avenida del Trabajo y Pola, en Mataderos, barrio de mis amores.
Ahí estaba ella, paradita mientras todos cantaban el himno, mi mama también y
lloraba. Al ser tan chica no entendía por qué mi mama lloraba, lo que
significaba para ella todo esto. Lo entendí cuando crecí.
Hace unos días dije, que muchos (inclusive
Argentinos) piensan que somos un país raro… con todos los quilombos internos
que sufre el país hoy día, lo que nos une es un partido de futbol. Se pasó a la
final en el Día de la Independencia. Un acto en la Casa de Tucumán que pasó
desapercibido y el primero que noto que la gente no participo como años
anteriores. Pero cuando Maxi metió el último gol, nadie se quiso quedar
adentro. Todos… los que apoyan al gobierno, los opositores; ricos y pobres;
heteras, gays…salieron a festejar que estabamos en la final.
11 tipos atrás de una pelota hacen
milagros, hacen que un país se una.
Ser una despatriada hace que los colores y
la Argentinidad me salgan a flor de piel los 365 días del año. Me pelee con
alguien que se metió con El Diego – si, lo cague a puteadas, porque El Diego
podrá ser el padre de 25 mil pibes; un drogon; un K… pero El Diego le trajo
muchas alegrías a nuestro país. Yo siempre admire al futbolista, el pibe de
rulitos que nos regaló la Mano de Dios y nos puso en el mapa. Por EL, yo soy de
Boca y quizás por EL, me cuesta tanto poner a Messi a su altura. No me malinterpreten,
el Lio hace Lio… y me encanta como juega… pero mi corazón descubrió el futbol
en los pies del Diego, con sus gambetas con la emocion que EL tenia al pisar
una cancha de futbol.
En un Mundial es la única vez que 40
millones de personas, tiran para el mismo lado… se aferran de la misma ilusión,
cantan “Brasil decime que se siente” como se canta a viva voz el Himno
Nacional. Nunca apoyamos a nuestros equipos cuando juegan afuera… jamás vas a
ver un Gallina apoyando a Boca o viceversa… pero cuando juega la Celeste y
Blanca, ahí estamos todos y no hay nadie que nos quite esta alegría que no es
Brasilera.
Cuando Argentina gano el partido ante
Holanda, después de sufrir solita por 120 min & penales, mi cuerpo dijo
basta y caí rodillas al piso como si fuera un guerrero al final de una batalla.
Abraza a mi bandera y llorando como si no existiera un solo problema en la
tierra… pensé en mi Ahijado Alan … en la emoción de su voz cuando dijo:
“Estamos en la final” – en mis hermanos… en los hermanos de la vida en los que
el futbol es tan importante como la familia, Julio & Sergio, son los dos
tipos que conozco que parece que nacieron en una cancha de futbol. Y pensé en
los amigos que ya no están, en mi Tata que no era fanático de la pelota, pero
lloraba cada vez que escuchaba el himno en una cancha de futbol.
Pero esto todavía no se terminó… nos queda
mañana, otros 90 min de sufrimiento… de emoción, de ilusión compartida. Mañana
tendre los bizcochitos, el mate, la bandera & la camiseta que no lavo desde
el primer partido (cabala). Cuando veamos salir a los 11 con la camiseta
suplente… cuando veamos el Maracaná colmado de locos lindos tarareando el
himno… cuando Messi, Masche, El Pocho, Rojo, (ojala DiMaria), El chiquito y el
resto salgan a pelear otros 90 min, no solo por la gloria de ser campeones,
sino por la alegría de un país. Porque la Selección Argentina no sale mañana
para coronarse campeón solamente, sale a cumplirle el sueño a 40 millones de
argentinos. Mañana, sea cual sea el resultado, salgamos a festejar que estos 23
pibes… nos volvieron a unir, aunque sea… por 45 días.
VAMOS ARGENTINA CARAJO!!!
ミ★ lαdч αmєвα ★彡
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